martes, 27 de octubre de 2009

Despedida

Esto es nuevo. Estoy blogueando desde el avión! Estamos en algún punto sobre el Océano Atlántico por lo que no puedo decirles exactamente la hora…En Buenos Aires son las 14:20 y supuestamente, si la información en pantalla no nos miente en menos de 2 horas estoy besando el piso Argentino. Si bien es MUY incómodo escribir en el minúsculo asiento de la clase turista, no voy a dejar pasar la oportunidad! Imposible de creer, veía tan lejano este día y hoy se hizo realidad. Pasamos 6 semanas en lugares únicos, viviendo experiencias únicas, pero que hay que vivirlas justamente una única vez. No hay necesidad de volver! Me quedé con ganas de conocer los Himalayas, quizás vuelva a esa zona algún día. También nuestro agente de viajes me dijo que el sur de la India es “muy colorido”, pero no se, hay otros destinos que voy a priorizar antes de volver al país de los rickshaws, del cabeceo constante y de los 1000 idiomas.

Justamente este último post empieza con los rickshaws. Ya les había comentado lo que son, hasta les mostré un par de fotos. En la zona de Salt Lake, donde estaba nuestro hotel e incluso donde estaba nuestra oficina, se veían rickshaws tirados por una bicicleta. En la tele cuando pasan un especial de la India te muestran los rickshaws empujados por un tipo a pie, corriendo o caminando según el peso de los pasajeros y el vigor del “rickshawola” (según Yudo así se llaman los conductores, no estoy seguro de la escritura). Este tipo de rickshaw está prohibido por la ley, y en un principio pensé que este era el motivo por el cual no los veía, pero no, el motivo era que estaba buscando en el lugar equivocado.

Hace un par de sábados salí con Sigrun y Jamie, una amiga australiana, a tomar unas cervezas al bar de un pequeño hotel llamado Fairlawn Hotel. Este hotel queda en la calle Sudder, una de las más famosas del centro de Kolkata. Está llena de hoteles y hoteluchos y un gran porcentaje de extranjeros se aloja allí, por lo que al caminar se puede ver una mayor densidad de rubios, blancos, se escuchan distintos idiomas y creo (no estoy seguro) que hasta escuché hablar a alguien en español. El centro de Kolkata es otro mundo…realmente muy enquilombado, como se ve en MDQ. Y acá sí encontré a los rickshaws empujados por un tipo caminando, sin bicicleta y a veces sin calzado. Lo hacen porque hicieron eso toda su vida y no saben hacer otra cosa, como los que tejen los telares en Jaipur, se acuerdan?. Si bien está prohibido, se ganan la vida de esa forma y no quieren dejar de hacerlo.

Siempre me pareció un poco cruel tomar este tipo de transporte, pero no el del rickshawola en bicicleta. Así que eso hicimos el viernes, no nos podíamos ir de la India sin subirnos al medio de transporte más usado del lejano oriente. Yudo nos recomendó un negocio de artesanías manejado por el gobierno que quedaba a unas ocho cuadras del hotel. Habíamos estado tomando sol toda la mañana y el calor era realmente insoportable. No daba para caminar, así que cuando pasó el primer rickshaw no lo dudamos y nos acercamos. Sabiendo de antemano que no me iba a entender, traté de fijar el precio. Es un medio de transporte muy barato, ente 2 y 5 rupias por persona. El tipo me dijo “80” o yo entendí eso, me pudo haber dicho “18” (el sonido es parecido). Yo me hice el tonto y le dije “8?? Ok ok” y nos subimos.



Una foto dice más que mil palabras, un video dice más que un millón. La sensación es increíble. Sentí que estaba en la antigua Persia, que tenía un esclavo personal. Fue la primera vez que sentía esto en mi vida. Por un lado era divertido escuchar los bocinazos, ver como el tipo esquivaba los autos y la fuerza que hacía al pedalear. Por otro lado me sentía un poquito culpable y estaba agradeciendo que el trayecto era corto. El carrito se movía para todos lados, en el asiento no entrábamos los 2 juntos. Yo tenía la pierna izquierda casi afuera y Fede me gritaba a cada rato que se estaba por caer. Llegamos al lugar y le tiramos al amigo 10 rupias, los 8 del viaje y 2 de propina. Según Sigrun, un indio puede obtener una comida completa en la calle por 10 rupias, así que le pagamos el almuerzo solo por pedalear 8 cuadras. ¿Ven como todo funciona perfectamente en este país?

Antes de despedirme en forma definitiva, quiero decirles que si alguna vez vienen a la India tengan en cuenta lo siguiente:

o Buenos modales: No existen. Si un flaco esta pasando por una puerta y vos estás atrás suyo esperando para pasar, no te la mantiene abierta, simplemente la suelta y te la tira en la cara. En casos extremos puede empujarla para que se cierre más violentamente y literalmente te la cierran en la cara. Varias veces me ubiqué al lado de la puerta en el trabajo para aplicar la estrategia de Tailgate y tuve que poner la zapatilla para trabajar la puerta porque sinó me partían la nariz. Y no era porque están “desaprobando” el tailgate, simplemente llevan eso en la sangre. Vimos como un hijo pasaba por delante de su madre y después le cerraba la puerta en la cara. Y si dejás pasar a una mujer, te miran raro, creo que en lugar de quedar bien o cortés, estás mostrando debilidad. Yo alternaba, a veces dejaba pasar a las mujeres primero y a veces me mandaba a lo indio. También son normales los empujones, a no alarmarse! La solución es responder el empujón y pasar a ser uno más de la manada. ¿Qué pueden esperar de personas que usan un idioma que no tiene la palabra “por favor”? En realidad, la tiene pero no la usan, no la conocen, en su lugar usan “please” (a veces).

o Idioma mixto (ver “Problemas de Comunicación”): Existe un montón de casos como el “please”. Hay palabras que no existen en hindi o en el idioma local y usan el inglés. Por eso cuando escuchan a dos indios hablando entre sí, es muy común entender alguna que otra palabra, por ejemplo los números. Y en el mejor de los casos, si son de diferentes regiones de la India, usan más palabras en inglés, por lo que si tienen suerte pueden llegar a entender la idea de lo que están hablando.

o Como se toma agua: ya sea que lo tomen de una botella, de una lata o de una jarra, como te suelen dar en los puestitos de comida callejera, no llegan a tocar el borde de la botella con los labios. Abren la boca y se tiran el líquido adentro. Les aseguro que es una práctica bastante compleja y arriesgada. Uno puede llegar a ahogarse en los primeros intentos, pero les aseguro que después de compartir unas semanas con gente que toma de ésta forma, lo van a empezar a hacer uds. sin ningún problema, igual que el cabeceo. Tip: traten de no reirse mientras toman, puede ser perjudicial para su salud.

o También relacionado al agua, si van a un restaurant y piden una bebida, el mozo se va a acercar y se las va a presentar apoyándola sobre su antebrazo si como de un vino Rutini se tratase. Un ojo poco experto o simplemente un extranjero de tierras lejanas como yo, mira la botella, comprueba que es lo que realmente había solicitado y dice “ok” o tira el cabeceo. El mozo te va a mirar raro 2 o 3 segundos y va a abrir la botella. Es una situación rara donde no se intercambian palabras pero ustedes se van a dar cuenta que algo faltó. Utilizando la observación directa, la más sencilla técnica del método científico resolvimos este problema. Nos sentamos en un restaurant y esperamos a que algún local pidiera alguna bebida. El mozo se la acercó, la presentó y el cliente….tocó la botella. Si si, señores, te hacen eso para que tantees si la temperatura de la bebida es de tu agrado. ¿Cómo no nos dimos cuenta antes?. Cinco minutos después, cuando llegó nuestra Kingfisher estrené el conocimiento recientemente aprendido, toqué la botella y tiré el cabeceo. El mozo sonrió y nos sirvió alegremente.

o Algo que nos llamó muchísimo la atención durante nuestra recorrida del triángulo dorado es que, si bien ya les había comentado la inmensa cantidad de gente al pedo que está en la calle haciendo nada, era muy llamativo la forma en que se sentaban para disfrutar su alpedismo. Se apoyan sobre cualquier protuberancia del terreno, se ponen casi de cuclillas, tratando de sentarse sobre los talones, sin tocar el suelo y así se pueden quedar horas, haciendo equilibrio. Les juro que pasabas por la ruta y veías hasta 20 indios sentados en la banquina, uno al lado del otro, todos exactamente igual. No llegué a sacar fotos, traté de hacerlo yo para que Fede me filmara pero era imposible mantener el equilibrio. Lo deben aprender en el colegio desde chicos…

o Números grandes: nosotros usamos el mil (1.000) y el millón (1.000.000). En la India no se usan estos dos términos. Usan los cientos (100) el Lakh (1,00,000) y el Crore (1,00,00,000). Noten que el punto se usa como decimal y separan los miles y Lakhs con comas, es realmente bastante engorroso tratar de leer un número así. Al principio pensamos que estaba mal escrito, pero después notamos que se repetía en todos lados. La cuenta de mi hotel terminó siendo de varios lakhs y hasta que no lo escribí en “cristiano” no terminaba de entender bien cuanto me estaban cobrando. Parece una boludez, pero cuando lo vivan se van a acordar.

o Castas sociales: desde siempre existieron cuatro castas sociales:

    • Los brāhmanas (sacerdotes) son la casta más alta, que —según ellos— salieron de la boca de Brahmā.
    • Los chatrías (clase político-militar), que salieron de los hombros de Brahmā.
    • Los vaishias (comerciantes, artesanos y agroganaderos), que se formaron de las caderas de Brahmā.
    • Los shudras (esclavos), que provienen de los pies de Brahmā.

La casta en un principio determinaba el trabajo que vos podías realizar y un Guerrero tenía más derechos que un simple trabajador. Hoy en día, por suerte, esto ya no es así. Se distinguen a las castas por el apellido o el nombre. No recuerdo bien todas las variantes, pero por ejemplo Singh corresponde a los guerreros y si se fijan en el India Gate, donde figuran los nombres de los soldados van a ver que se repite ese nombre en casi todos. Yudo por ejemplo, según su nombre es un guerrero, pero ustedes lo ven y es un pibe flaquito y tranqui, casi inofensivo. No es un dato taaaan interesante, pero quizás noten que algunos nombres se repiten mucho entre los indios, ahora ya saben la razón.

o Big B: este personaje es lo último que recuerdo como característico de este país. Big B es el sobrenombre de Amitabh Bachchan. Big porque es grandote y B por el apellido. El tipo es un actor de los ’60 y ’70 que hacía películas al mejor estilo Sandro. Pueden ver el video que grabé de la tele, la fotografía los colores son iguales a las pelis de Sandro. Hasta el tipo tiene cierto parecido. Seguramente le dio entró un poco menos al pucho porque hoy en día es la persona más reconocida del país. Ya les dije que están estancados en los ’70 y creo que este tipo es una de las razones. Se la pasan mirando sus pelis viejas y vistiéndose igual.



El flaco formó parte del parlamento (creo que sigue siendo) y durante unos años se retiró del estrellato, pero a mediados de la década pasada volvió con todo y si les digo que está en todos lados, me quedo corto. En el 95% de las películas indias lo pueden encontrar. Tiene CD’s, libros, es el host del Gran Hermano indio, que obviamente se llama “Big Boss” (haciendo referencia a Big B). Ravi un día lo vió en la tele y se puso como loco. Lo aman, lo idolatran. Ganó el concurso del hombre del año (seguramente lo gana todos los años, no tiene sentido competir contra él). Me llama muchísimo la atención que habiendo tanta gente en este país, la fama se concentre tanto en tan pocas personas. Aparte del Big B hay 2 o 3 actores más que son hiper reconocidos (aunque no llegan ni a los talones a Amitabh) y dejá de contar. Es en una de las pocas cosas que no se cumple la regla del 80-20 que diría que en el 80% de las pelis ves al 20% de los actores conocidos de la india. Acá en el 99% de las pelis ves por lo menos a alguno de estos 5 o 6 flacos. Monótono?? Sí, bastante.



Realmente me llevó bastante terminar este último post. Lo arranqué en el avión pero recién lo terminé una semana después. No es que sea largo, sino que por suerte Buenos Aires es un poco menos aburrida que Kolkata y tenía otras cosas para hacer. Me despido realmente muy, pero muy emocionado porque empecé este blog para ayudar a mi memoria, para recordar todo lo que fui viviendo y leerlo unos años después, pero día a día me enteraba de que más y más gente lo leía y lo agregaba a los favoritos de su navegador de internet. Perdí la cuenta de cuantos lectores confirmados tuvo y cuantos deben haber que no me lo dijeron o que cayeron acá de casualidad. Muchas gracias por leer, por comentar, por hacerme recordar cosas que escribí una vez que llegué a Buenos Aires y espero que si alguno de ustedes viaja y ve a Big B en la tele, se toma un ato o un rickshaw, viaja a Agra a ver el Taj, lo meten obligado a ver como hacen alfombras en Jaipur, lo acosan los vendedores en los shopping, lo muerde una rata en el Oly Pub o simplemente, si pierden la valija al llegar a este hermoso país, se acuerde de mí y sepa que hay que aprovechar el momento, tratar de sacar lo mejor de las experiencias que se viven, porque cuando vuelven a su ciudad de origen, todas las experiencias malas, todo lo negativo que pudieron haber sufrido, desaparece. Solamente quedan los buenos recuerdos que supimos crear y las experiencias vividas. No dejen pasar nada, no tengan miedo de caminar entre los slumdog o de tomarse un rickshaw. Anímense a orinar en el medio de la calle, eructen fuerte en los restaurant y no se olviden de tocar la botella. Chau chicos, pasénla lindo.


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