sábado, 3 de octubre de 2009

The Golden Triangle, parte 2 – Esquivando vendedores, artesanos, vacas y camellos

Siempre jodía con ponerle publicidad al blog. Finalmente Google, el dueño de Blogger me lo ofreció sin que se lo pida, pero decidí mantenerlo limpio para no aburrirlos con los banners. Siempre pensando en los lectores! Bueno, si se acuerdan estábamos en Agra, la esquina de abajo a la derecha del Triángulo Dorado, disfrutando de la vista del Taj Mahal. Me faltó comentar algunas cosas que nos llamaron bastante la atención. La primera es que, como todo templo musulmán e hindú, hay que sacarse los zapatos a partir de cierto punto. Personalmente no termino de entender cual es la razón. Acá empezamos a pensar que es por un tema de limpieza, ya que en el Taj te dan unas bolsitas con elásticos para recubrir las zapatillas y recorrer todo el monumento sin necesidad de sacarse nada. Lo mejor de todo es que después te las podés guardar de recuerdo ¿¿?? (Nosotros las tiramos sin dudarlo).

Otros datos curiosos es que en la puerta sur del Taj hay 22 pequeñas cúpulas, una por cada año que demoró en construirse el monumento. También son 22 los escalones que hay que subir para ingresar al templo. Lo interesante es que los escalones eran realmente altos y teniendo en cuenta que hace 400 años la gente era bastante mas petisa, te lleva a pensar que quizás estimaron que iban a tardar más en construirlo y que iba a haber una mayor cantidad de escalones…bah, es lo que pensamos nosotros, uds saquen sus propias conclusiones. El último dato curioso que recuerdo y/o que vale la pena contar es sobre la leyenda del segundo Taj Mahal, uno exactamente igual al que pueden ver en las fotos, pero hecho con mármol negro. El origen de la leyenda es que hay una construcción de similar tamaño del otro lado del río Yamuna, con una disposición exactamente opuesta, que daría una idea de simetría cuando el palacio esté terminado. En la zona se encontraron mármoles negros y se dice que el emperador lo quería construir para él, pero que todo quedó inconcluso cuando su hijo lo encerró. Según nuestro guía es todo una leyenda, la construcción era solamente un jardín adicional del Taj Mahal que nunca se terminó porque encerraron al emperador y dado que el gasto era descomunal, el hijo no lo continuó. Los mármoles negros en realidad eran blancos que se habían manchado. Quizás no es un dato tan interesante, pero si alguna vez les cuentan del Taj Mahal negro, ya pueden decir con toda certeza que es mentira.

En el Taj el calor no se sentía tanto, quizás porque era nuestra primera atracción del día y siempre había un árbol o algo para refugiarse, pero alrededor de las 12 cuando el sol dejó de generar sombras comencé a extrañar mi protector solar que estaba cómodamente reposando en la mesita del baño del Hyatt. Nuestro guía nos llevó a almorzar a un restaurant “European approved” o sea que podés pedir comida internacional y con poco picante. Como todos los restaurantes “internacionales” (otro ejemplo es el KK fusion) tenía una sección de comidas del norte de la india, del sur de la india (terriblemente picante, ni me animo a pedir algo de ahí y si alguna vez vienen, salteen sin hesitar la sección de South Indian Meals), una sección de comidas “Continentales” (así llaman a las comidas internacionales, aunque todas tienen el toque indio, algunas especias, picantes y esa hierba con olor a chivo), una sección china y los postres, que realmente no son gran cosa.

La comida era normal, repusimos el agua que habíamos perdido y decidimos continuar con el tour. Subimos a la camioneta y Zahid nos comentó que nos llevaría a conocer a los descendientes de los artesanos que insertaron las piedras semipreciosas en los mármoles del Taj Mahal (que pueden ver en la foto de la Parte 1 de este post). Mmm…nos miramos con Fede, hicimos el gestito que hacen los indios cuando no saben que decir y allá fuimos. Llegamos y nos recibe el dueño del negocio. Saluda y nos hace bajar unas escaleras donde podemos ver a 3 pseudoesclavos trabajando. La imagen no era del todo triste, lo que es triste es que esa imagen es la que le muestran al público. En este caso nosotros éramos solamente 2 argentos que caímos ahí de casualidad. Pero seguramente están acostumbrados a recibir contingentes de 20 europeos con ansias de comprar cualquier boludez de Agra, más si es hecho con la misma técnica que vieron en el Taj Mahal. Así que te ponen lo mejor de lo mejor en ese saloncito, te permiten sacar fotos, jugar con las herramientas, pero como venía diciendo, es triste pensar que el verdadero laburo no lo hacen ahí, sino en otro lugar que no te muestran, que no sabés como los tienen trabajando, seguramente por 2 rupias la hora y a vos los precios de las artesanías te los dicen en dólares, en euros o en lo que les convenga. Patético.

Bueno, nos explicó que él era descendiente directo de los artesanos que construyeron el Taj. La enseñanza de cómo trabajar las piedras semipreciosas y como pegarlas al mármol se pasa de padre a hijo, y el mayor secreto está en el cemento que usan. Seguramente si lo googleo encuentro la fórmula que según él ocultan como la de la Coca Cola. Pero bueno…ellos están en Agra, se mandan un poco la parte. Realmente los artesanos que laburaban ahí eran unos artistas. Habían unas incrustaciones con mas de 50 piezas individuales que debían tener 1 o 2 milímetros de ancho, hay que tener muchísima precisión para trabajar la piedra a ese nivel de detalle. El producto terminado estaba muy piola y daba para comprarse todo. Después de sacarnos unas fotos con los chicos, el recorrido continuó por el salón de ventas.

Nos sentó en una mesa y empezó a exponer sus cualidades de vendedor, que seguramente también se transmite de padre a hijo. Nos enseño que el mármol auténtico no se raya ni se mancha, hasta tiró coca cola a la mesa y mostró que nada lo alteraba. La segunda carta que jugó fue el 2x1. Nos mostró que comprar esa mesa era como comprar 2. Con una simple mueca le indicó a su colega que apagara las luces y al mismo tiempo él encendió una linterna que colocó de bajo del mármol, alumbrando hacia arriba. Dijo “Esta es la mesa perfecta para tomar un café a oscuras, algo romántico. Por otro lado (gestito indio, el colega enciende la luz) con luz desde arriba los colores cambian, si la alumbra la luna pueden ver que es una mesa ideal para exteriores por los cristales que contiene el mármol que usamos”. Cuando parecía que ya habíamos visto todo, saltó con lo mejor: el packaging. Te hacen un paquetito de papel que rellenan con paja para que no se rompa nada en el largo viaje a casa y con una práctica manija. Para demostrarlo agarró un paquete que tenía ya preparado y lo revoleó 2 metros. Ohhhhh asombroso!!!

Nos costó un rato sacarnos de encima a este señor y a su colega vendedor, pero al cabo de una hora ya estábamos de nuevo en la camioneta con destino al Agra Fort. Este fuerte y palacio está emplazado también a orillas del río Yamuna, ubicado exactamente a 2 km del Taj Mahal, desde donde se tienen muy buenas vistas de éste ultimo, en especial para sacar fotos si se tiene un buen lente. En el fuerte se guarecía el ejército en los tiempos del imperio mongol y también vivían los emperadores, recuerden que no vivían en el Taj Mahal, este monumento es solamente una tumba. El fuerte fue utilizado por los británicos cuando colonizaron la India y actualmente el 75% del mismo es utilizado por el ejército indio, por lo que no recorrimos todo el edificio, solamente la parte abierta al público.

Visitamos la sala donde estaba el trono, nos pidieron imaginar que estaba todo decorado con alfombras, almohadones y esclavos para que tuviéramos una sensación de cómo se vivía en esa época. Y al final fuimos a la habitación donde el hijo del emperador Shah Jahan había encerrado a su padre. Su prisión fue orientada hacia el este para que desde la ventana se pudiera ver el Taj Mahal y mirándolo fue como murió el señor Shah en el año 1666. En la foto que estoy con el amigo Zahid pueden ver la vista que tenía el emperador desde su celda. Dato curioso: después nos contaron que en sus últimos años el emperador se estaba quedando ciego, así que le trajeron el diamante más grande de Asia para que lo usara de aumento y pudiera ver el Taj Mahal (leyenda? Realidad? Uds. lo sabrán…)

Salimos del Agra Fort para dirigirnos a Fatehpur Sikri. Al salir del fuerte y en los 50 metros que hicimos hasta el vehículo se nos pegaron 5 vendedores. Todos vendían cacharros, postales, libros, aritos. A mi derecha se ubicó uno que no se que vendía porque no lo miré pero escuche que decía “100 rupees”. Yo caminaba y negaba con la cabeza y el tipo insistía “Just look, 80 rupees”. Mientras más me alejaba más bajaba. Cuando llegué a la camioneta el precio dijo “Ok, 20”. Jaja, super insistentes! Encima a veces solo te dicen el número y cuando te cierra el precio de “20” y le das 20 rupias te dicen “No no..20 dólares”. Son MUY vivos.

Fatehpur Sikri es otro fuerte ubicado a 40 kilómetros de Agra. Ya les comenté como es el tránsito en la India, hasta ahora habíamos visto el tránsito “urbano”, lo que sufrimos todos los días en el viaje al trabajo. Estamos ya acostumbrados a las bocinas, a las vacas, a los flacos que van de contramano, a que se te meta cualquiera en cualquier lado. Pensamos que en la ruta los conductores y transeúntes serían un poco mas conscientes del peligro de la alta velocidad, pero para nuestra sorpresa, todo lo contrario. A mayor velocidad, mayor inconsciencia. El viaje de 40 kilómetros duró una hora y ya nos íbamos imaginando que los 200 km que tendríamos que recorrer esa noche para ir desde éste último fuerte hasta la ciudad de Jaipur iban a ser largos y complicados.

La recorrida en el fuerte duró unos 45 minutos. El emperador que habitaba este palacio tuvo 3 esposas (oficiales, declaradas), de diferentes religiones. Una católica, una hindú y una musulmana. Cada una de ellas podía profesar su propia religión y por eso en sus palacios había arquitecturas y figuras típicas de cada creencia (excepto la musulmana que no adoran a ninguna figura). La religión musulmana (según nos contó Zahid, no lo confirmé en Wikipedia) permite tener hasta 4 esposas, pero como en todo palacio había un harén con 365 mujeres, una para cada día, que no eran las esposas del emperador pero estaban a su disposición. Este fuerte lo suelen llamar la ciudad fantasma, lo tuvieron que abandonar durante una época de sequía en la que se quedaron sin agua y se retiraron a vivir a Agra. Doy fe que sin agua ese lugar es inhabitable, completamente desértico, estábamos desfalleciendo del calor (y tengan en cuenta que no estamos en pleno verano). Cuando el calor y el cansancio se hicieron insoportables, decidimos volver a nuestro vehículo para ir a la ciudad de Jaipur, segundo vértice del triángulo dorado, donde haríamos noche.

Dejamos al guía, le tiramos un 500 porque nos cayó muy bien y empezamos a manejar hacia el oeste. El conductor no hablaba mucho inglés por lo que las charlas con él se limitaban al extremo, además al ver el nivel de concentración que se precisa para manejar en las rutas de la India y sobrevivir para llegar al destino decidimos no molestarlo demasiado. Si en algún momento se me cruzó por la cabeza alquilar un auto para recorrer el subcontinente indio, con esta experiencia me terminé de quitar ese pensamiento. La ruta era un estilo de autopista, 2 carriles de cada lado, obviamente que se maneja por la izquierda como en toda ex colonia inglesa y se pasa por la derecha. Todo esto en teoría porque es usual que te pasen por la izquierda y encontrar todo tipo de vehículos y animales (incluyendo humanos, sin ofender al resto de los animales) viniendo de contramano, por cualquiera de las manos. SI! En una autopista, pasás un camión y en una de esas te aparece un rickshaw de contramano. Se los juro.

Mientras veíamos como el sol se ponía en el horizonte, nuestro chofer nos propuso hacer una parada en un hotel en el medio de la ruta para “tomar un tecito”. Nosotros aprovechamos la parada para estirar las piernas y cuando volvimos al auto el tipo no estaba. Lo esperamos 5, 10 minutos…no aparecía. Nos había dejado clavados. El sol nos había dejado hace rato y aparecían toda clase de bichos que se nos adherían a la piel pegajosa a causa de la transpiración acumulada durante todo el día. En eso se asoma el flaco por una puerta, tenía un bizcocho en una mano y una taza en la otra. Al cabo de 5 minutitos viene corriendo diciendo “Sorry sorry”. Según nos comentó, estaba haciendo un ayuno, no podía comer nada después de cierta hora y solo podía comer cosas livianas.

De noche la ruta era todavía más aterradora. Se podía ver, entre otras cosas:

  • Vacas en el medio de la ruta
  • Vacas de contramano
  • Camiones cruzando la ruta y frenando en el medio de la calzada obligando a todos a frenar
  • Un tractor que estaba dando vuelta en U arrastrando un tronco
  • Una familia de ovejas con su ovejero
  • Una manada de camellos
  • Carros tirados por camellos, bueyes, vacas y caballos
  • Camiones de contramano por la derecha
  • Camiones de contramano por la izquierda
  • “Autos” (atos) un poco más grandes que los que vimos en Kolkata, pero que de todas formas no estaban preparados para llevar las 20 personas que llevaban.
  • Atos haciendo una mudanza
  • Colectivos con pasajeros completamente hacinados
  • Motos, muchas motos, llevando entre 1 y 5 personas. Si! Les juro que vimos una moto con 5 personas, una familia entera, mamá, papá y los 3 hijos. En el resto del mundo, si tenés un auto compacto, cuando tenés familia comprás un familiar. En la India te comprás una moto y listo. Además solo los hombres están obligados a usar casco, y sólo si están manejando.
  • Gente cruzando tranquilamente como si estuvieran caminando por Av. Bunge de Pinamar. En algún lado leí que los hindúes piensan que lo que realmente importa es la vida después de la muerte, que lo que tienen ahora no importa. Y se nota por la falta de consciencia que tienen al cruzar una autopista, de noche, a veces hasta sin mirar!

Para pasar a otro vehículo la técnica es sencilla. Te ponés atrás y tocar la bocina insistentemente hasta que el otro se corre. Si es de noche lo podés molestar un poco con las luces. Si no usas las luces altas sos un gil. Todo el mundo las usa y ponen plantas entre las 2 manos para que no te encandilen los que vienen enfrente (muy astutos!). El conductor nos comentó que hay graves problemas de transporte, por eso se meten hasta 20 en un jeep, colgados por afuera y en el techo, no hay otra forma de llegar. También nos dijo que para manejar en la India se necesitan básicamente 3 cosas:

  • Buena bocina
  • Buenos frenos
  • Buena suerte

Yo rogaba que los frenos funcionaran tan bien como la bocina, que ya habíamos comprobado que funcionaba más que bien. También esperaba que la suerte del tipo fuera mejor que la mía, por obvias razones. Así que me traté de relajar un poco, cerré los ojos e intenté acortar un poco el viaje con una siesta.

4 comentarios:

  1. Hola Pablo!
    Esta genial tu blog. Me tenias en ataque de risa con las descripciones. Yo tambien he estado en Agra y Delhi, y un dia en Jaipur, pero no conoci gran cosa. En fin. Ya podras ver un poco de mis aventuras pasadas en la India. Yo seguire de cerca tu blog. Fue una agradable sorpresa encontrarlo. :) Y ya sabes, si un dia vienes a Bangalore, por aqui te puedo servir de guia... ;)

    ResponderEliminar
  2. jajaja terriiiible el trafico!

    che nene, "hesitar" no existe :P
    'to hesitate' se traduce como vacilar, titubear, dudar ;)
    lo castellanizaste mal jajaja

    bueno, no tengo mucho mas qe contarte xq estuvimos hablando hace un ratito.

    aguanten con fede qe les qeda poco jajaja
    despues van a volver al rekilombo qe tambien hay aca en baires y se van a sentir como en el 1er mundo :P JAJA

    een fin...geniales las fotos :)

    me voy asi arranco pa'lo de maruzz, besoo!!

    ResponderEliminar
  3. Hola Elanor! Gracias por tu apoyo :). En Jaipur no te perdiste de mucho, jeje. Lo mejor de la India LEJOS es el Taj Mahal. Si eso es un 10, el resto de los lugares no llega a arañar un 8. No creo que vay a Bangalore en un futuro cercano, pero si me compañia me manda te tengo en cuenta!

    Elu: la palabra "hesitar" existe en la lengua española según la Real Academia Española (www.rae.es). Y aunque Bs As sea un requilombo, ya quiero volver! :P

    ResponderEliminar