miércoles, 23 de septiembre de 2009

Me dejé la campera en el auto...

Los canelones que me acabo de clavar en el KK fueron casi tan buenos como los de mi vieja. La fusión dentro de este restaurant no se da solo en los platos sino también en los mozos. Hoy me tocó uno que parecía de Pakistán que no manejaba mucho el inglés así que me lo cambiaron por el garzón indio que me atiende habitualmente. También hay una moza china y de la misma nacionalidad es la maître. Creo que ya me conocen, ésta última semana cené ahí cuatro noches, siempre probando algo diferente. Y por ésta razón creo que cada vez me atienden mejor, ya saben que no quiero el vasito de agua de cortesía porque dudo del origen de esa agua. Tampoco quiero hielo porque nadie sabe con que agua los hicieron y ni se molestan en traerme la salsa tabasco y el picante porque apenas lo apoyan en la mesa los alejo lo más que puedo. Directamente me saludan, me dan el menú, les digo lo que quiero, me traen la comida y cuando voy por la mitad del plato se acerca alguno a preguntar que onda el plato….con un guiño de ojo y un “deliyus...” entre bocado y bocado alcanza como respuesta. Como les decía, hoy le llegó el turno a la parte italiana de la fusión y me animé a probar los canelones. Siempre te dicen que nunca comas eso ni ravioles de verdura en los restaurant porque los hacen con la ensalada que sobró del día anterior. Pero yo me animé, y en la India!! KK, yo te banco.
Estoy dejando el blog un poco desactualizado, no es que me haya olvidado de él sino que cada vez estamos más ocupados en el horario laboral y cuando volvemos al hotel entre el gimnasio, la cena y alguna que otra cosa mas el tiempo se pasa volando. En los pocos ratos que tengo libre voy haciendo anotaciones en el archivo de Word en el que escribo todo esto para no olvidarme de los pequeños detalles que un día nos empiezan a llamar la atención y al cabo de dos o tres se terminan volviendo parte de nuestra rutina. Una de las primeras anotaciones que tengo es para recordar que además de no ponerse de acuerdo con el idioma, tampoco saben muy bien en que estación del año están. Ya hartos de las lluvias impredecibles que nos arruinan los fines de semana y alguna que otra salida nocturna, solemos preguntar a cada uno que nos da un poco de charla cuando termina la temporada de lluvias. La mayoría nos dice que los monzones ya pasaron, pero sigue lloviendo…otros nos dicen que ahora en invierno debería dejar de llover (está haciendo 34°, esto es invierno?). Si le preguntás a alguien en un día de calor que estación del año es, te dicen verano. Si hace un poquito menos de calor, te dicen que ya arrancó el invierno. Según tengo entendido, el lunes 21 empezó el otoño, pero hoy nos dijeron que el invierno empieza en octubre o noviembre…No se es raro, ya no preguntamos más nada.
Ni siquiera tiene sentido mirar el pronóstico del tiempo porque siempre dice “Electric Storm” y la realidad es que cada día es un misterio. Además estamos como el flaco de la publicidad de Actimel: habitación del hotel 20°, salís a la calle 34°, en la oficina a la mañana 20°, después empieza lo peor. Generalmente en las oficinas cuando llegás a la mañana en verano te morís de frío y a medida que pasa el día el aire acondicionado va cediendo y para las 16 hs ya estamos todos en remera y pidiendo helado. Pero acá no. No sabemos si es porque estamos en una habitación cerrada (para preservarla del olor externo) o qué, pero después de las 2 de la tarde empieza a hacer un frío insoportable. Ahora mismo mientras escribo esto estoy dejando el sweater sobre la silla para ver si mañana por primera vez en 3 semanas de trabajo me acuerdo de llevarlo y dejo de ponerme la notebook encima para calentarme un poco. Pero el sufrimiento no termina acá. Tipo 18:30 hs cuando huimos, salimos a la calle que está en unos 34° constantes y podemos empezar a mover las extremidades que se nos habían congelado. Después de la usual demora de veinte minutos llega nuestro taxi que siempre tiene el aire al mango. De nuevo me vuelvo a poner la notebook encima que dura unos 15 minutos caliente y me ayuda a aguantar el shock térmico. Le pedimos al flaco que baje el aire y baja el ventilador, la temperatura sigue igual pero por lo menos no tenemos el viento gélido pegándonos en la frente. Algo es algo. Creo que vamos a ser los primeros en volver de la India con gripe. (Perdón por las fotos, nada que ver con el texto pero no tenía ninguna que se adaptara, jeje. Mañana prometo subir algo mas sustancioso y con fotos que se adecúen)

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